lunes, 9 de marzo de 2015

"Houston, tenemos un problema" o contratar un abogado

Te ha surgido un problema y necesitas el asesoramiento de un abogado. La verdad es que nunca me he visto en la situación de necesitar los servicios de uno, así que no sé cómo buscan y encuentran normalmente el suyo las personas que requieren sus servicios, pero imagino que en este sector, como en tantos otros, funcionará mucho "la reputación" y "el boca a boca". 

No os mentiré, hay abogados honrados igual que los hay deshonestos, porque eso no va en la profesión, va en la persona, pero hay algunas ideas que tenéis que tener en cuenta y que os evitarán "sorpresas desagradables".


Tienes que saber que:
  • Impuestos: los servicios prestados por los profesionales soportan IGIC (IVA en el resto de territorio nacional). Yo no pregunto a mis clientes "si quieren factura o no" porque tengo la mala costumbre de querer que los servicios públicos (sanidad, educación, justicia, etc.) funcionen. Espero que vosotros no caigáis en la trampa de aceptar que os cobren sin impuestos.
  • Consulta: lo normal es que se cobre la consulta pero, en caso de contratar los servicios de ese abogado, se descuente del importe total de la minuta. Pregunta, que la vergüenza después nos hace pasar malos ratos. Y no des por hecho que tendrán datáfono o cambio: la mayoría de los abogados no lo tienen.
  • Contrato: es imprescindible que se firme un "contrato de arrendamiento de servicios" donde figure el encargo y el presupuesto, así como qué gestiones se incluyen. La mayoría de las veces es necesario la contratación de un procurador, que tiene sus propios honorarios y si no figuran en el presupuesto, os podéis llevar una desagradable sorpresa. Igualmente deberá quedar claro qué datos -grosso modo- habéis transmitido al abogado, todos los documentos originales de los que le hacéis entrega y la fecha de notificación, en caso de que el encargo verse sobre un recurso o una contestación a una demanda. Para quien no lo sepa: hay que firmar todas las hojas de un contrato (si es a doble cara, por ambas) en el lateral y la última siempre lo más arriba posible.
  • Minuta: como os decía, el presupuesto debe haber quedado detallado en el contrato, así como otros extremos económicos (honorarios de otros profesionales, gastos adicionales -envío de burofax, gastos de oficina, etc.-, así que en principio la minuta no debería diferir mucho del presupuesto inicial. Existen distintos tipos de criterios a la hora de establecer los honorarios, pero normalmente suelen incluir un fijo y un porcentaje en caso de que exista alguna indemnización; también puede establecerse en función de la complejidad del caso o de las horas dedicadas al asunto. 
  • Costas: existe un concepto un tanto desconocido "la condena en costas". ¿Qué es? Normalmente cuando uno "pierde" en un procedimiento se incluye en la sentencia la condena en costas -siempre que se hayan desestimado todas sus pretensiones, que el caso no revistiera dudas y que fuera preceptiva la intervención de abogado-. Esto significa, en román paladino, que quien pierde paga los honorarios de abogado y procurador de la otra parte. No se incluyen los honorarios de los peritos ni -en su caso- las tasas judiciales. Las costas son para el cliente, salvo que en el contrato de arrendamiento de servicios se pacte lo contrario, entendiéndose entonces que se trata de una remuneración para el abogado. 
  • Asistencia Jurídica Gratuita: las personas que cobren menos del doble del salario mínimo interprofesional tienen la posibilidad de solicitar un abogado del Turno de Oficio. Se tramita directamente en el Colegio de Abogados de la Provincia. Te adelanto: los abogados del Turno de Oficio no son peores, ni se esfuerzan menos, son los mismos, pero apuntados a una lista. Ahora, no puedes elegir, será quien te toque.
  • Confianza: éste es un concepto clave entre abogado y cliente. El abogado tiene que ser una persona de tu entera confianza. Los procedimientos son largos, tediosos y vas a tener que tratar con él.
  • Responsabilidad civil: como cualquier otro profesional, los abogados somos responsables de nuestras actuaciones y respondemos por cualquier negligencia. Si no fuera algo grave, también se puede poner en conocimiento del Colegio de Abogados en el que estuviera colegiado, a fin de que, en su caso, le impongan alguna sanción disciplinaria.

1 comentario:

  1. Excelente artículo y bien argumentado en cada caso, mi opinión es que como abogados economistas especializados es bueno siempre bueno contratar pero simplemente para que nosotros podamos tener tiempo libre para crear una web, un blog, esparcir publicidad, pensar en ofertas con el stock que tengas...

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